INVESTIGACIÓN
Investiga: ¿propagaban las ratas la peste en la Edad Media?
Las ratas, que se asocian a la suciedad, la enfermedad y la muerte, no son, precisamente, los animales más apreciados por el ser humano. Sin embargo, es posible que llevemos siglos juzgando mal a estos roedores.
Durante décadas, los historiadores asumieron que las ratas y sus pulgas habían sido las responsables de diseminar una serie de brotes en Europa de peste bubónica o peste negra, una enfermedad infecciosa que causaba, entre otros síntomas, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, fallo multiorgánico y, finalmente, la muerte. No obstante algunos investigadores sostienen que estos roedores no tuvieron la culpa de la epidemia más mortífera de la historia, que asoló el continente europeo y acabó con más de un tercio de la población europea, unas 25 millones de vidas, entre 1347 y 1351.
Por ejemplo, un estudio de las universidades de Oslo y Ferrara aseguró a principios de 2018 que el origen de la peste negra puede ser atribuido en gran parte a pulgas y piojos del cuerpo humano.
Los investigadores simularon brotes de enfermedades en cada una de estas ciudades, creando tres modelos donde la enfermedad se propagó, por diferentes causas: ratas, transmisión por el aire, y pulgas y piojos que viven en humanos y su ropa.
En siete de las nueve ciudades estudiadas, el modelo de parásito humano funcionó mucho mejor para el patrón del brote. Esto explicaría la rapidez de la expansión, y también el gran número de personas al que afectó.
De hecho, los investigadores llegan a afirmar que "es poco probable que se propague tan rápido como lo hizo si la pandiema hubiera sido transmitida por ratas".
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